viernes, noviembre 18, 2005

TE VI

"Bus de Granada a Madrid, 22 de octubre. Te bajaste en Méndez Álvaro y yo en Avenida de América. Estabas muy guapa. Me tenía que haber bajado." "¿Lees La cartuja de Parma? 4 de agosto, Auto-Res a Valencia. Estudiabas periodismo. [...]" "Noche de Halloween en el Taboó. Tú me pediste fuego y te encendiste el cigarro del revés. Me pareciste preciosa y fui un tonto por no decírtelo." "14 de octubre, llenando tu copa de vino. Te esperaré en aquel rincón de Manchester para llevarte al país de los lagos. Tu zalamero sueña que vuela." "Esquina de Ruiz de Alda con La Caleta, 8.45. Nos cruzábamos todos los días camino del trabajo. Tú, rubia con gafas; yo, traje y corbata. Ya nunca te veo." TE VI: cuántos posibles amores nos regala el azar y cuán esquivo es el tiempo, que sólo se detiene en el breve espacio en que dos miradas inconscientes se declaran culpables al cruzarse en una calle, culpables de desearse, culpables de silencio. Breves gritos de esperanza en las páginas de un periódico que probablemente ella o él nunca leerá, que posiblemente pasará por alto, sospechando que tal vez esa promesa de felicidad es siempre para otro. Cuántas veces te vi cruzándote en mi camino, sin saber que eras tú, con un rostro distinto cada mañana, o siempre el mismo, constante, como las primaveras.